El sostenimiento de la obra del evangelio: verdades clave de textos bíblicos.

En 1 Corintios 9:14 leemos que los que predican el evangelio deben vivir del evangelio. Pero, ¿cómo se sostiene la obra del evangelio? En este artículo exploraremos el tema del sostenimiento del ministerio y cómo nuestra generosidad puede ayudar a expandir el reino de Dios.

La importancia del sostén económico en la obra del evangelio según la Palabra de Dios

La Palabra de Dios es clara en cuanto a la necesidad del sostén económico en la obra del evangelio. En 1 Corintios 9:11, el apóstol Pablo dice: «Si nosotros sembramos entre ustedes lo espiritual, ¿es mucho pedir que cosechemos de ustedes lo material?» Aquí se entiende que aquellos que reciben los beneficios espirituales deben hacer su parte en proveer los beneficios materiales.

Además, en 2 Corintios 9:7, leemos: «Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría». Esta escritura nos habla de la importancia de la generosidad para sostener la obra del evangelio y que esa generosidad debe venir de un corazón entregado y alegre en la tarea de colaborar.

Finalmente, en Filipenses 4:17-18, el apóstol Pablo menciona cómo los filipenses le proveyeron sostenimiento en su labor evangelizadora y cómo esa acción les había traído recompensa: «No busco el don, sino lo que se acumula en su cuenta. Ya tengo todo, y más que suficiente. Estoy bien provisto gracias a lo que Epafrodito les llevó de su parte. Es una ofrenda fragante, un sacrificio que Dios acepta y que le es grato.»

Por lo tanto, podemos entender que el sostén económico es fundamental en la obra del evangelio y que aquellos que contribuyen a ella recibirán recompensa por su generosidad.

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La importancia del sosten financiero en la obra del evangelio

La obra del evangelio es vital para difundir el mensaje de salvación de Jesucristo y fortalecer la fe en las personas. Sin embargo, para llevar a cabo esta labor se requiere de recursos financieros que permitan mantener la estructura necesaria para la evangelización. Es por ello que resulta fundamental que los creyentes, conscientes de su compromiso con la obra del Señor, contribuyan de manera regular y generosa para el sostenimiento de la misma.

Una forma de colaborar es mediante el diezmo, el cual consiste en entregar el 10% de nuestros ingresos para la obra del Señor. También podemos realizar ofrendas especiales, que serán destinadas a proyectos específicos de la iglesia, como la construcción de un templo o el apoyo a misiones en el extranjero. Asimismo, podemos contribuir con nuestro tiempo y talentos, ofreciéndonos voluntariamente para servir en distintas áreas de la iglesia.

La responsabilidad de los líderes cristianos en el manejo transparente de los fondos

Es importante que aquellos que están a cargo de la administración de los recursos de la iglesia lo hagan de manera transparente y responsable, con el fin de generar confianza y evitar cualquier sospecha de malversación de fondos. Por ello, los líderes cristianos deben rendir cuentas claras y detalladas del uso de los recursos, y estar dispuestos a responder a las preguntas de los miembros de la congregación al respecto.

La Biblia nos recuerda que el que administra debe hacerlo con diligencia (Romanos 12:8), y que Dios ama al dador alegre (2 Corintios 9:7). Por lo tanto, debemos procurar que nuestros recursos sean utilizados de manera sabia y efectiva en la obra del evangelio, confiando en que Dios proveerá para nuestras necesidades cuando ponemos Su reino en primer lugar.

La bendición de ser parte del sostenimiento del evangelio

Aunque pueda parecer que el sostenimiento de la obra del evangelio requiere sacrificios por nuestra parte, lo cierto es que es una gran bendición poder ser parte de esta labor. Al contribuir económicamente, estamos sembrando en el Reino de Dios y colaborando con Su propósito de llevar esperanza y salvación a los perdidos. Además, Dios nos promete recompensas por nuestra fidelidad y generosidad.

La Palabra de Dios nos asegura que aquellos que siembran con lágrimas, cosecharán con gritos de alegría, y que todo el que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre o hijos por causa de Cristo, recibirá cien veces más en esta vida y heredará la vida eterna (Lucas 18:29-30). Así que, aunque el camino no siempre sea fácil, ser parte del sostenimiento del evangelio es una oportunidad única de crecimiento espiritual y de impactar positivamente la vida de otros.

Preguntas Frecuentes

¿Cómo podemos contribuir al sostenimiento de la obra del evangelio según los textos bíblicos?

Una de las maneras más importantes en las que podemos contribuir al sostenimiento de la obra del evangelio según los textos bíblicos es a través del dízimo y las ofrendas. La Biblia nos enseña que el dízimo es la décima parte de nuestros ingresos, y que debemos entregárselo fielmente a Dios (Malaquías 3:10). Las ofrendas, por otro lado, son donaciones voluntarias que hacemos por encima del dízimo.

Otra forma de contribuir al sostenimiento de la obra del evangelio es a través de nuestro tiempo y talentos. En la Iglesia hay muchas áreas en las que podemos servir, como la música, la enseñanza, el cuidado de niños, la limpieza, entre otras. Todos tenemos habilidades y dones que podemos poner al servicio de Dios y de su pueblo.

También podemos contribuir al sostenimiento de la obra del evangelio a través de nuestra oración. La Biblia nos enseña que la oración tiene mucho poder (Santiago 5:16), y que podemos orar tanto por las necesidades materiales de la Iglesia como por las necesidades espirituales de sus miembros.

En resumen, podemos contribuir al sostenimiento de la obra del evangelio según los textos bíblicos a través del dízimo y las ofrendas, de nuestro tiempo y talentos, y de nuestra oración. Todo lo que hacemos por el bien de la Iglesia y de su misión de llevar el evangelio al mundo es una forma de contribución y de servicio a Dios.

¿Cuál es la importancia del sostenimiento de la obra del evangelio en la vida cristiana?

El sostenimiento de la obra del evangelio es crucial en la vida cristiana debido a varias razones importantes. Primero, es una forma de obedecer los mandatos de Dios en la Biblia. En numerosas ocasiones, la Palabra de Dios nos llama a ser generosos, y a contribuir financieramente para la obra del evangelio (2 Corintios 9:6-7). Además, Jesús nos enseña que donde esté nuestro tesoro, allí también estará nuestro corazón (Mateo 6:21). Por lo tanto, cuando apoyamos la difusión del evangelio con nuestros recursos, estamos demostrando nuestra dedicación hacia Dios y su reino.

Segundo, el sostenimiento financiero de la obra del evangelio es importante porque permite que el reino de Dios avance. Esto se logra a través de la construcción de iglesias, la capacitación de líderes cristianos, la distribución de Biblias y materiales evangelísticos, y la realización de misiones y proyectos sociales en comunidades necesitadas. Al contribuir a esta labor, estamos involucrados directamente en la extensión del amor de Dios en el mundo.

Por último, el sostenimiento de la obra del evangelio es importante porque tenemos una responsabilidad ante los próximos creyentes. Debemos asegurarnos de que el mensaje del evangelio se siga difundiendo de tal manera que las nuevas generaciones puedan conocer a Dios y unirse al cuerpo de Cristo. Si no invertimos en la obra del evangelio, estaríamos limitando la capacidad de las futuras generaciones de experimentar el amor y la gracia de Dios.

En resumen, el sostenimiento de la obra del evangelio es una parte integral de la vida cristiana. Al contribuir financieramente para el avance del reino de Dios, estamos obedeciendo sus mandatos, permitiendo que el evangelio se extienda a nuevas áreas y generaciones, y demostrando nuestra dedicación hacia Dios y su obra.

¿Qué enseñanzas nos brinda la Biblia acerca de la responsabilidad de los creyentes en el sostenimiento de la obra del evangelio?

La Biblia nos brinda varias enseñanzas sobre la responsabilidad de los creyentes en el sostenimiento de la obra del evangelio. En primer lugar, debemos recordar que Dios es quien provee para su obra (Filipenses 4:19). Sin embargo, Él utiliza a sus seguidores para llevar a cabo esa tarea.

En 2 Corintios 9:7 leemos «Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre», lo cual nos indica que dar debe ser una decisión voluntaria y alegre. Además, la Biblia nos anima a dar de tiempos, talentos y recursos para apoyar la obra del ministerio y ayudar a los necesitados (Romanos 12:6-8; Gálatas 6:10).

También debemos tener cuidado de dar con un corazón generoso y sincero, sin buscar reconocimiento o recompensa (Mateo 6:1-4). El apóstol Pablo incluso animó a los cristianos de Corinto a dar más allá de lo que les era cómodo, confiando en que Dios les proveería para sus necesidades (2 Corintios 8:1-5).

Finalmente, es importante recordar que nuestro objetivo al dar y apoyar la obra del evangelio no es acumular riquezas terrenales, sino almacenar tesoros en el cielo (Mateo 6:19-20). Al hacerlo, estamos participando activamente en la expansión del Reino de Dios y en la salvación de almas.

En resumen, la Biblia nos enseña que es responsabilidad de los creyentes apoyar de manera voluntaria y alegre la obra del evangelio, confiando en que Dios proveerá para nuestras necesidades y buscando almacenar tesoros en el cielo.

En conclusión, el sosten de la obra del evangelio es esencial para llevar a cabo la misión que Dios nos ha confiado. Como cristianos, debemos entender que Dios proveerá los recursos necesarios para continuar con su obra y que nosotros somos sus instrumentos para llevar a cabo esa tarea. Debemos estar dispuestos a dar generosamente de nuestros recursos y tiempo, confiando en que Dios multiplicará nuestra ofrenda para beneficio de su obra. Recordemos siempre las palabras de Jesús, quien dijo: «Más bienaventurado es dar que recibir» (Hechos 20:35). Por lo tanto, pidamos a Dios sabiduría y discernimiento para ser buenos mayordomos de los recursos que Él nos ha dado y así, ser parte del sosten de su obra en el mundo.

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